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Caso 886

Mi esposo bebe demasiado y se queda por fuera de casa. Debido a todo esto, nuestros dos hijos se fueron de casa y sólo nuestra hija aún vive con nosotros. Ella en una ocasión habló con él sobre su problema, así como le he hablado yo, pero él dura un tiempo bien y vuelve a lo mismo, dándoles siempre prioridad a sus amigos por encima de su familia.

La última vez que lo hizo, se fue a beber en su vehículo y duró tres días en que no sabíamos nada de él. ¡Estoy desesperada! He orado, pero no veo ningún cambio en él.... ¿Qué consejo me puede dar?

Consejo

Estimada amiga:

Como tal vez ya sepa, tanto mi padre como mi madre eran alcohólicos, al igual que mi padrastro. Así que sé exactamente cómo se sienten sus hijos y lo que han tenido que soportar, y me identifico plenamente con la desesperación y desesperanza que siente su familia. Aunque no puedo decirle lo que debe hacer, sí puedo ofrecerle algunos principios generales que pudieran ayudarle.

¡Siento mucho que sus oraciones, al parecer, no tengan respuesta! Si bien es cierto que Dios puede hacerlo todo, también es cierto que Él no obliga a nadie a que haga su voluntad divina. Su esposo tiene el libre albedrío de elegir su propio camino, por más destructivo que éste sea. Pero usted, por supuesto, debe seguir pidiéndole a Dios que ponga obstáculos en ese camino de modo que él tenga que confrontar su adicción y su incapacidad de recuperarse sin recibir ayuda.

La razón por la que usted cree que su esposo les da prioridad a los amigos por encima de la familia es que esos amigos apoyan su estilo de vida y usted no. Cuando su esposo llega a casa, se siente mal por lo que ha hecho, mientras que con los amigos él se siente bien y puede olvidar las consecuencias negativas de su comportamiento.

Si bien hay opiniones que difieren sobre si el alcoholismo procede de una enfermedad, o de una falla moral o de una combinación de las dos, no hay desacuerdo sobre la cura. Varias décadas de investigación y experiencia han demostrado que el alcoholismo debe ser tratado con interacción grupal intensiva a diario. Los alcohólicos necesitan cultivar la amistad y el apoyo de otros que estén luchando contra el mismo enemigo. Por eso, en casi todo el mundo donde se permite el consumo de licor, hay grupos como Alcohólicos Anónimos.

¿Puede Dios perdonar a quien manifiesta comportamientos de alcoholismo? ¡Claro que sí! Él ama al alcohólico y quiere perdonarlo. Pero ¿acaso Dios le quitará instantáneamente el intenso deseo de beber alcohol? Por lo general, no. La adicción al alcohol es un lento proceso que gradualmente cambia el cerebro, y es igualmente lento el proceso para resistir ese ardiente deseo de beber que se ha formado allí.

Como usted es una mujer que ora, tiene acceso a Dios mismo. Él es el único que puede ayudarle a saber cómo proceder. Pídale que le muestre lo que más les conviene a usted, a su hija y a su esposo.

Le deseamos lo mejor,

Linda

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