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Caso 803

Soy una mujer de treinta y seis años que se siente realmente vacía y olvidada. Me da vergüenza decir que a mi edad nunca he estado en una relación de pareja. Nunca se me ha dado un beso, y me siento culpable. Creo que si hubiera sido una persona diferente y que me gustara salir, bailar [y divertirme], sería otra historia.

Salí en algunas citas, pero [quedé muy decepcionada]....

He llorado muchas lágrimas. ¡Estoy tan deseosa de besos y abrazos! ... Además, mi deseo fue tener una niña, ser madre, y es lo que más duele.... ¿Por qué Dios puso deseos en mi corazón si no es posible que se cumplan?

Consejo

Estimada amiga:

Usted hace una pregunta interesante acerca de cómo Dios pone deseos en nuestro corazón. Los deseos específicos a los que se refiere son aquellos que Dios puso en el corazón de la raza humana en general a fin de que pudieran seguir naciendo futuras generaciones.

Desde luego, no todos los hombres quieren casarse y ser padres, ni todas las mujeres quieren llegar a ser esposas y madres. Pero la mayoría sí, debido a que esos deseos los tienen en común casi todas las personas, y no son exclusivamente suyos.

Sin embargo, el comprender que la mayoría de las personas tienen esos mismos deseos no va a hacer que se sienta mejor. En realidad, de ahí surge la pregunta: «¿Por qué permitió Dios que todo el mundo, excepto yo, viera sus deseos cumplidos?»

Lamentablemente, compararse con los demás es una fórmula para la depresión, que la hace creer que es demasiado tarde para usted y que todas sus oportunidades ya pasaron.

A la depresión la acompañan sentimientos de culpabilidad y de autocondenación. A pesar de que no puede cambiar el ADN con el que nació y que la identifica como la persona que es, usted se siente culpable por no haberlo cambiado. Usted nació como una persona introvertida, no como una persona extrovertida, y no tiene por qué sentirse culpable por eso.

Naturalmente, a los introvertidos les resulta mucho más difícil hacer amistades. Pero no es necesario salir de noche para lograrlo. Hace falta más bien buscar actividades que les gusten, y frecuentar lugares donde estén otras personas introvertidas (y extrovertidas). Los mejores lugares son los que se valen de voluntarios, tales como albergues para animales, bibliotecas, hospitales, iglesias y otras organizaciones sin fines lucrativos. Cuanto más grande sea la organización, más oportunidades tendrá para formar nuevas amistades y conocer a hombres que pudieran interesarle.

En cuanto al deseo de tener una hija, le recomendamos que investigue dónde se encuentran los recursos cerca de usted para niños desamparados y abandonados. Es posible que haya oportunidades para donar su tiempo como voluntaria a fin de ayudar a esos niños desafortunados. Usted tiene mucho amor que dar, y éstos lo necesitan con urgencia. Y tarde o temprano, tal como mi esposo y yo, usted bien pudiera decidir adoptar a uno o más de ellos.

Le deseamos lo mejor,

Linda

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