A mi esposa la irritaba que yo le reclamara por la falta de aseo y orden en la casa. Ella cree que cualquiera puede limpiar y lavar su propia ropa. Eso me llevó a lavar y hasta planchar mi ropa para «apaciguar las aguas».
Además, ella usó su tarjeta de crédito para hacer compras de materiales para reparar un cuarto en casa de sus papás, con la intención —creo yo— de irse para allá.... Hace unas semanas, me enteré de que había hecho gastos que no me había comentado, y se enojó porque le pedí detalles.
Yo he comenzado a desconfiar de ella, pero la amo tanto que he decidido callar.... Ella me ha dicho que me respeta... pero no sé qué pensar. Ese comportamiento reservado no me da mucha seguridad.
Consejo
Estimado amigo:
Las discusiones sobre los detalles financieros han sido la causa de muchos conflictos y hasta de la ruptura de matrimonios, así que estamos de acuerdo con usted de que se trata de un problema serio. A pesar de que su esposa dice que lo respeta, es posible que ella le esté ocultando ciertos asuntos. Lo que usted no menciona es si también le está ocultando algunos a ella.
Usted dice que su esposa tiene su propia tarjeta de crédito y ha hecho gastos de los que no estaba enterado, así que vamos a dar por sentado que ella trabaja fuera de casa. Cuando ambos cónyuges trabajan fuera del hogar, es necesario que concuerden en cómo se han de pagar los gastos que tengan en común. Por ejemplo, si cada uno ha tenido su propia cuenta bancaria antes de casarse, deben también abrir una cuenta conjunta después de casarse y ponerse de acuerdo sobre el porcentaje del salario de él y el de ella que se abonará mensualmente a la cuenta conjunta. Si alguno de los cónyuges ha acumulado o heredado dinero o propiedades antes del matrimonio, entonces recomendamos que se consulte a un abogado.
En la mayoría de los matrimonios, los recursos económicos preexistentes no representan ningún problema, y los cónyuges por lo general tienen sólo cuentas bancarias conjuntas. Sin embargo, en el caso de deudas o préstamos considerables, o de bancarrota preexistentes, es también muy aconsejable que consulten a un abogado.
En el caso suyo, la confianza se ha perdido por completo y los problemas no pueden resolverse con tan sólo unas palabras de consejo. Le recomendamos que consulte a un consejero profesional para que les ayude a identificar y a poner al descubierto los secretos. Si su esposa se está preparando para dejarlo, un consejero bien pudiera ayudarles a los dos a reparar el daño.
Cuando ambos cónyuges trabajan, tanto el lavado de la ropa como el aseo de la casa, la preparación de los alimentos y el cuidado de los hijos son responsabilidades compartidas, mientras que cuando sólo trabaja uno de los dos, el otro debe encargarse de la mayoría de las responsabilidades domésticas. Sin embargo, para el beneficio de los hijos, ambos cónyuges deben encargarse de cada aspecto de la vida de sus hijos.
En el conocido capítulo bíblico sobre el amor, el apóstol Pablo escribió que el amor no es egoísta.1 Eso quiere decir que los cónyuges que de veras se aman se interesan por compartir las responsabilidades, los recursos económicos e incluso el tiempo.
Le deseamos lo mejor,
Linda
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1 1Co 13:5