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Caso 765

Mi padre se casó con una joven treinta y ocho años menor que él. Ella no permite que él se relacione con sus hijos de su primera esposa, que ya falleció, o sea, mi madre....

Recientemente operaron de urgencia a mi hermano menor.... Estuvo muy grave, y... mi padre no quiere ir a visitarlo.... Me sentí muy mal cuando me enteré de todo esto: Se me subió la tensión arterial y necesité atención médica.

No sé qué decirle a mi padre.... Como esto está perjudicando mi salud, he dejado de hablar con él; pero no sé qué hacer de ahora en adelante.

Consejo

Estimada amiga:

Quisiéramos que su situación no fuera común, pero lo es. Hay hombres que se sienten tan solos y temerosos de vivir y morir en la soledad que están dispuestos a abandonar todo lo demás en su vida para evitar quedarse solos. Al parecer, su padre es uno de esos hombres.

Lamentamos tener que informarle que no hay nada en absoluto que usted pueda decirle a su padre que cambie la situación. Él ha tomado una decisión, y ni las palabras ni la salud de usted harán que cambie de parecer.

Sentimos mucho que su padre ya no tenga nada que ver con la vida de usted y de sus hermanos. Primero perdieron a su mamá, y ahora han perdido a su padre. Eso es muy difícil de aceptar.

Sin embargo, no hay ninguna norma bíblica ni legal que obligue a su padre a que siga cuidándolos ahora que llevan tantos años de ser adultos. De hecho, en los siglos pasados era común que las hijas (en particular) se casaran, se mudaran lejos y no volvieran jamás a verse ni a comunicarse con los padres. Las vías de transporte y las comunicaciones modernas contribuyen a que esto parezca absurdo en la actualidad, pero en aquel entonces se aceptaba como algo común y corriente.

Por muy difícil que parezca creerlo, la causa de su alta presión arterial y de sus otros problemas de salud no es su padre. La causa es más bien su enojo e indignación. Comprendemos por qué está enojada, y sin duda se justifica que así se sienta. Sin embargo, cuando usted opta por aferrarse al enojo, está eligiendo perjudicar su propia salud.

No esperamos que usted algún día comprenda o apruebe lo que ha hecho su padre. Sin embargo, usted puede tomar la decisión de perdonarlo y desprenderse de él. Puede llegar a ser muy difícil perdonar estando tan herida, pero Dios puede darle la fuerza sobrenatural para hacerlo.

Jesucristo, mientras colgaba en una cruz, optó por perdonar a quienes lo estaban matando. Y le pidió a Dios, su Padre, que hiciera lo mismo, diciendo: «Padre, perdónalos».1 De entre todas las personas que han vivido en este mundo, Jesús fue el único que jamás pecó, y sin embargo fue torturado y matado. Tenía derecho a estar enojado y aun a vengarse, pero renunció a ese derecho y eligió perdonar.

Le deseamos lo mejor,

Linda
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1 Lc 23:34

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