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Caso 128

Traje a vivir conmigo a mi madre, a un hermano y a un sobrino, con la condición de que estos últimos debían trabajar. No iban a pagar arriendo por un tiempo, pero debían ser productivos. Mi sobrino estudia..., pero descubrimos que... tenía malas amistades, y por último lo vimos consumiendo drogas. Tomé la decisión de sacarlo de la casa, pues supe que no era la primera vez que lo hacía.... Mi hermano también debe irse, pues no trabaja ni quiere hacer nada.

¿Estoy obrando mal? ¿Qué debo hacer ante esta situación familiar?

Consejo

Estimada amiga:

La situación en la que se encuentra usted la tienen familias de todas las comunidades, ciudades y naciones del mundo. Las familias se componen de personas que se aman, y hay muchas maneras que hallan para poner a prueba esa relación afectuosa.

La mayoría de los padres les enseñan a sus hijos a cuidar y a proteger a sus hermanos. Muchos niños crecen sabiendo que son sus hermanos quienes los comprenden mejor que nadie, ya que han vivido juntos. Cuando hay vicios o maltrato de parte de los padres, los hermanos a veces forman vínculos aún más fuertes debido a que tienen que cooperar para sobrevivir.

Sin embargo, cuando los hermanos crecen y llegan a la edad adulta, las reglas de conducta son diferentes. Los hermanos no tienen la responsabilidad de hacerse cargo los unos de los otros cuando todos están sanos y tienen una capacidad intelectual normal. Si bien es amable y amoroso ayudar a un hermano necesitado, no es una obligación hacerlo. Es más, cuando los hermanos se ayudan demasiado, eso puede resultar en una dependencia poco saludable y puede fomentar una conducta irresponsable.

Usted ha tratado bondadosamente de ayudar a su hermano y a su sobrino. Y usted estableció pautas prudentes con relación a su futura participación y ayuda en la vida de ellos. Pero ninguno de ellos ha correspondido debidamente, así que ya es hora de despedirse de ellos sin nada de sentimiento de culpa ni remordimiento alguno. Usted hizo lo que le correspondía y mucho más.

Es probable que su hermano trate de hacer que usted se sienta culpable por sacarlo de la casa. Tal vez su mamá esté de acuerdo con él o la presione a usted para que cambie de parecer. Y los tres pudieran hasta confabularse contra usted. Sin embargo, debe tener presente que, aunque usted esté en la minoría, eso no quiere decir que ellos tengan razón.

El sabio Salomón nos puso el ejemplo de la hormiga1 para describir lo diligentes que debemos ser al esforzarnos por proveer para nosotros mismos y prepararnos para el futuro. Su hermano y su sobrino deben hacerle caso y seguir ese consejo. Al tener que salir de su casa, (tarde o temprano) pudieran verse obligados a ser más responsables.

La felicitamos por su corazón amoroso y su conducta generosa. Recuerde que el obligar a su hermano y a su sobrino a que sean más responsables es también un acto de amor y de bondad.

Le deseamos lo mejor,

Linda y Carlos Rey
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1 Pr 6:6‑11

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