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Caso 858

Por dos años estuve con una mujer y, aunque nunca llegamos a formalizar el noviazgo, tuvimos relaciones íntimas. Durante ese tiempo también tuve relaciones sexuales con prostitutas... pero nunca se lo he dicho a mi pareja porque sé que la lastimaría mucho.

A causa de la culpa que siento, decidí terminar la relación porque creo que no la merezco. Ahora ella me pide volver. Yo me he alejado de Dios, y no sé qué hacer. ¿Debo decirle la verdad y dejarla ir, o simplemente debo irme sin decir nada para no herirla más? La culpa de haberle mentido me está consumiendo.

Consejo

Estimado amigo:

Si su expareja es como la mayoría de las mujeres, cuando usted la dejó ella debió haber comenzado a imaginarse que no era lo bastante bonita ni inteligente para usted, o que no estaba a la altura de sus expectativas. Es casi seguro que esté dudando de sí misma a pesar de que ella no tuvo culpa alguna de lo sucedido.

Usted dice que sabe que la lastimaría mucho enterarse de que le fue infiel varias veces y de que le mintió al respecto. ¿Acaso el saber la verdad la lastimaría más de lo que usted ya la ha lastimado? Nosotros creemos que no. Suponemos que se enojaría, eso sí, pero que tarde o temprano lograría dejar de imaginarse que fue ella quien hizo algo malo. Así que la única opción buena es que tenga el valor de decirle todo lo que usted hizo.

También sería lo correcto de su parte ponerle fin a la relación. Usted definitivamente no está listo para comprometerse con una sola mujer. Y tampoco lo está para ser un hombre digno de confianza. Así que aun si ella estuviera dispuesta a perdonarlo y a restaurar la relación, usted cometería un grave error si reanudara la relación con ella.

Usted dice que cree que no la merece. Eso bien pudiera ser cierto, pero ¿quiere usted cambiar? ¿Le gustaría ser la clase de hombre que sí la merece? ¿Quiere dejar de sentir que la culpa lo está consumiendo?

Aun cuando usted ha pecado de muchas maneras, no hay ningún límite que impida que le pida perdón a Dios. Jesucristo, el Hijo de Dios, ya tomó el castigo que merece usted por lo que ha hecho. Él murió en una cruz a fin de pagar por los pecados que usted y yo hemos cometido. Si usted ora y le pide que lo perdone, podrá librarse de la culpa y comenzar una nueva vida como seguidor de Cristo.

Busque una iglesia a la que asistan personas que son seguidoras de Cristo. Hable con Dios regularmente mediante la oración, y permita que Él le hable mediante las palabras de la Biblia. Tome la decisión, con la ayuda de Dios, de mantenerse célibe hasta que se case con una mujer que sea seguidora de Cristo al igual que usted. En esa clase de matrimonio, usted podrá experimentar la relación que Dios planeó para usted, desde el principio.

Le deseamos lo mejor,

Linda

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