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Caso 640

Desde hace ocho meses mi esposa cambió su forma de tratarnos a mí y a nuestra pequeña hija. [Luego], hace un mes, me enviaron a mi correo [electrónico] fotos [indecentes] de mi esposa y un video donde ella [me es infiel] con varios compañeros de su trabajo.

Hasta hoy no he dicho nada, por mi hija; pero ya no aguanto más. Dígame qué debo hacer. No quiero causarle dolor a mi pequeña.

Consejo

Estimado amigo:

¡Lo felicitamos por considerar el bienestar de su hija como su más alta prioridad! Sabemos que está sufriendo emocionalmente, pero ha logrado mantener la calma a causa de su preocupación por su hijita.

¡Sentimos mucho la situación en que usted se encuentra! No tenemos ninguna manera de saber cómo ha sido su matrimonio hasta ahora, ni si ha habido infidelidad de parte de cualquiera de los dos en el pasado. Y no sabemos cómo ha tratado usted a su esposa, ni si uno de los dos ha maltratado al otro. Pero sí sabemos que la infidelidad nunca jamás se justifica en ninguna circunstancia.

La infidelidad se parece un poco a una bomba. Comienza con un poquito de esto y un poquito de lo otro; pero, cuando termina de armarse, causa destrucción masiva. En el caso suyo, usted se siente traicionado, teme por el bienestar de su hija, y ya no soporta el hecho de que su hogar se está deshaciendo.

Nosotros siempre esperamos que los matrimonios puedan salvarse porque creemos que el matrimonio entre un hombre y una mujer es el plan de Dios para la familia y para la crianza de los hijos. Sin embargo, para que un matrimonio se salve, es necesario que ambos cónyuges estén dispuestos a esforzarse por lograrlo.

No sabemos si usted está dispuesto a seguir con su esposa a pesar de lo que ella ha hecho, ni si ella está dispuesta a seguir con usted. Como quiera que sea, le instamos a que consulte con un abogado antes de hablar con su esposa. Usted necesita saber qué derechos le corresponden como padre, y cómo debe proceder para asegurarse de que se le adjudique la custodia total o compartida de su hija si se disuelve su matrimonio.

Jesucristo les enseñó a sus discípulos que la evidencia incuestionable de infidelidad de parte de la esposa justifica que uno se separe de ella.1 Sin embargo, aunque usted opte por no separarse (con el fin de tratar de salvar su matrimonio), debe abstenerse de relaciones íntimas con ella hasta que un examen médico compruebe que no está contagiada de enfermedades de transmisión sexual.

Le recomendamos que le pida a Dios que le muestre qué debe hacer. Él es digno de toda su confianza, y está dispuesto a andar a su lado cada paso del camino y a darle la sabiduría que necesita para el futuro.

Le deseamos lo mejor posible,

Linda
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1 Mt 19:9

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