Mi esposa [y yo] tenemos tres niñas de catorce, doce y nueve años, las cuales se quejan de que la madre, cuando yo no estoy en casa, las maltrata física y verbalmente. Pero [ellas me piden que] no le diga nada a la mamá porque, cuando yo no esté, ella se encargará de castigarlas....
No sé qué hacer. He pensado en dejarla a ella sola e irme con mis hijas, pero no sé si es la mejor solución.... Me preocupa el estado psicológico de mis hijas, porque crecerán con ese problema de no querer contarle a nadie lo que pasa cuando yo no estoy en casa.
Consejo
Estimado amigo:
¡Lo felicitamos por tener una relación tan estrecha con sus hijas! Es formidable que ellas se sientan a gusto contándole a usted sus ideas y sus secretos. Ese tipo de relación con ellas es muy positivo para el bienestar psicológico de ellas.
En cambio, la relación que usted tiene con su esposa no parece ser muy estrecha. El hecho de que usted haya considerado dejarla indica que ustedes dos tienen otros conflictos en su relación y que su matrimonio no es como ustedes quisieran que fuera.
Nos es muy difícil aconsejarle en cuanto a su situación específica porque tenemos preguntas que no podemos hacerle. Las dos preguntas más importantes que debe hacerse a sí mismo son si sus tres hijas siempre están de acuerdo con respecto a los pormenores que le cuentan a usted, y si las tres sienten la misma preocupación por la manera en que las trata la madre. Si una de las niñas al parecer es la que por lo regular le habla a usted acerca de la mamá (estando las otras niñas de acuerdo con ella, pero sin decir casi nada), entonces usted debe hablar a solas con cada niña y hacerle suficientes preguntas como para saber si hay discrepancias en sus relatos. A pesar de que tal vez sus hijas nunca le mentirían a usted, sus percepciones de los hechos pudieran ser muy poco realistas, y sus actitudes pudieran influir en lo que recuerdan de lo sucedido. Si son totalmente consecuentes sus versiones de los hechos, y si las tres parecen estar igual de preocupadas, entonces es importante que usted tome las medidas pertinentes.
Estas son algunas medidas que puede considerar: Vuelva a casa sorpresivamente a diferentes horas del día. Si eso le es imposible, entonces trate de que un familiar cercano o un amigo vayan a su casa sin previo aviso. Piense en una razón por la que un amigo o familiar diferente se aloje algunos días o algunas semanas en su casa. Cualquier adulto en el que usted confíe puede servir de testigo que corrobore lo que está ocurriendo.
Usted no dice que está preocupado por el bienestar físico de las niñas, así que suponemos que no ha descubierto marcas en el cuerpo de las niñas como evidencia de maltrato físico. Esto nos lleva a pensar que la integridad física de las niñas no está en peligro, por lo que le aconsejamos que proceda con lentitud y cuidado.
¿Lo maltrata a usted verbalmente su esposa? ¿A veces pierde ella los estribos? ¿Se porta ella de un modo consecuente con lo que le cuentan sus hijas? De ser así, usted puede hablar con ella acerca de esos problemas sin tener que revelar el secreto de las niñas. Y pueden consultar juntos a un consejero profesional para tratar acerca de los problemas en su matrimonio (comenzando con la mala comunicación y la desconfianza) como también acerca de la preocupación que usted siente por la conducta de ella.
Pídale a Dios que le dé la sabiduría que necesita para resolver este problema como también los otros problemas de su vida.
Le deseamos lo mejor,
Linda y Carlos Rey