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Caso 780

Hace un mes aproximadamente me enteré de que mi esposo me estaba siendo infiel.... Nunca me había dolido tanto algo como esto.... Apenas él se vio descubierto, se separó de la mujer, terminando esa relación clandestina.... Me ha pedido que lo perdone porque no me quiere perder.

Tenemos una niña de seis años, y ella sufre mucho cuando su papá no está. Por el amor que le tengo a Dios y a él, he decido perdonarlo.... Pero quisiera que me ayuden con un consejo, porque cuando en un matrimonio ocurren tales cosas, la confianza no vuelve a ser la misma, aunque exista el perdón.

Consejo

Estimada amiga:

Su petición demuestra bastante sabiduría. El perdón y la confianza son dos cosas muy distintas.

El mayor ejemplo que tenemos del perdón es el que nos dejó Dios al decidir hallar la manera de perdonarnos nuestros pecados a todos, sin que importe lo que hayamos hecho. Él nos ofrece su perdón, no por algo que podamos hacer nosotros sino por el amor que nos tiene.

El perdonar es una decisión, tal como señala usted, mientras que el confiar no lo es. ¿Cómo puede entonces su esposo restaurar la confianza que echó a perder al cometer adulterio?

Comparemos con el dinero el perdón y la confianza. El perdón es como un regalo de dinero que da alguien. No se ganó a base de esfuerzo, pero como el que lo está dando es generoso y quiere darlo, puede aceptarse sin sentir ninguna obligación.

En cambio, la confianza es como el sueldo que tiene que ganarse. Se trabaja un día entero, y luego puede cobrarse ese sueldo. Si no se trabaja ese día, no se recibe sueldo alguno. Para ganar ese dinero, hay que levantarse, vestirse, ir al lugar de trabajo, y desempeñar el trabajo todo el día antes de poder volver a casa. Hay que tomar la decisión mental y determinar que se va a realizar el trabajo, junto con esforzarse mucho y poner manos a la obra a fin de llevar a cabo lo que decidió hacer. Eso requiere tiempo, constancia, disciplina y esfuerzo.

Su esposo tendrá que decidir que, si quiere restaurar la confianza perdida, debe esforzarse al máximo. Eso comienza con entregarle a usted todas las contraseñas de él para el teléfono y la computadora, y decirle a usted que se tome la libertad de revisar los dispositivos de él todos los días. De hacerlo así, cuando él le entregue su teléfono para que usted lo revise, él no tendrá por qué considerarlo como falta de confianza de parte de usted sino como una manera de restablecer la confianza.

Él también puede restaurar la confianza al permitir que usted sepa dónde estará él cada minuto de cada día, e invitarla a que pregunte acerca de lo que él está haciendo. Cuando usted lo llame, él no verá eso tampoco como falta de confianza sino como otra manera de restaurar la confianza.

Será doloroso de parte y parte restablecer esa confianza que ha sido pisoteada. Su esposo tendrá que estar dispuesto a renunciar a toda la privacidad que antes tenía, y a hacerlo con gusto. Si él no puede hacerlo con una actitud positiva, entonces el deseo que él tiene de restaurar carece de la fuerza necesaria para lograrlo.

Le deseamos lo mejor,

Linda

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