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Caso 881

Soy una mujer divorciada desde hace diez años. Me quedé con tres niñas, a las que crie con mucha dedicación y esfuerzo, llevándolas a la iglesia desde pequeñas....

Hace tres años mi hija mayor se ganó una beca de estudios en una ciudad lejos de mí. La he apoyado en todo, y en su carrera le ha ido muy bien. Hace tres meses me escribió y me contó que tiene un enamorado. Pero ahora me dice que se va a vivir con su novio, a quien no conozco.... Eso me ha dejado consternada y tan angustiada que no sé qué hacer. Me gustaría su sabio consejo.

Consejo

Estimada amiga:

Sentimos mucho la situación en que se encuentra. Comprendemos la angustia que siente debido a que su hija no está viviendo conforme a las normas bíblicas y morales que usted le ha enseñado desde su niñez.

Cuando los jóvenes adultos dejan su hogar para asistir a la universidad, tienen la oportunidad de poner a prueba lo que se les ha enseñado en casa. Si tienen duda alguna acerca de Dios, o curiosidad acerca de otros estilos de vida, esos años universitarios les proveen un entorno en el que pueden explorar sus propias creencias y aprender acerca de las creencias de los demás. Nosotros, como padres, quisiéramos protegerlos y guiarlos, pero ellos bien pudieran rechazar nuestra protección y guía.

Cuando los hijos adultos se mudan del hogar mientras asisten a la universidad, los padres tienen que enfrentar el hecho de que sus hijos ahora pueden tomar sus propias decisiones y vivir conforme a sus propias creencias. Los hijos adultos ya saben lo que creen sus padres, así que de nada les sirve a los padres tratar de convencerlos de que están tomando decisiones incorrectas. Los padres que insisten en confrontar a sus hijos adultos repetidamente, y en cada oportunidad que se presenta, pueden causar que sus hijos dejen de tener contacto con ellos.

Sin embargo, los padres no tienen que aprobar o aceptar lo que hacen sus hijos adultos. Deben reconocer más bien que esos hijos tienen el derecho y el poder de tomar sus propias decisiones. Y deben hallar la manera de amar y apoyar a sus hijos a la vez que aceptan estar en desacuerdo.

Su hija es una joven adulta que está viviendo por su propia cuenta y tomando sus propias decisiones. Ya que no hay ninguna manera de que usted la obligue o manipule para que viva conforme a las normas suyas, le recomendamos que se enfoque en mantener una relación positiva con ella a pesar de no aprobar esas decisiones.

Jesucristo es nuestro modelo de cómo mostrar amor sin aprobar un comportamiento pecaminoso. Cuando Él anduvo en esta tierra, tuvo encuentros frecuentes con pecadores, ofreciéndoles su amor sin insistir en echarles en cara sus pecados. Usted puede hacer lo mismo.

Le deseamos lo mejor,

Linda

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