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Caso 873

Tuve un noviazgo con un hombre que no es seguidor de Cristo. Hace tres años terminé con esa relación. Sin embargo, me ha amenazado con destruirme, haciéndome daño a mí y a mi familia. Me controla, me llama. Dice que acabará conmigo. Yo le tengo miedo y no encuentro la manera de que me deje en paz. Me siento atemorizada porque él tiene varias personalidades. Necesito ayuda.

Consejo

Estimada amiga:

¡Sentimos mucho lo que ha estado sufriendo! Comprendemos perfectamente por qué se siente atemorizada. Le rogamos que actúe de inmediato.

Debido a que usted sostuvo un noviazgo con ese hombre, su caso puede considerarse violencia doméstica. En el pasado, las autoridades toleraban cierto grado de abuso en relaciones como la suya. Pero la mayoría de los países están ahora tratando este asunto con más seriedad. Muchos de esos países han aprobado nuevas leyes y están haciendo que se cumplan como resultado de la presión internacional ejercida por tratados mundiales y por organizaciones defensoras de los derechos humanos.

Gracias a Dios, todos los países cuyo idioma oficial es el español han adoptado una orden legal de alejamiento o de protección que declararía culpable de delito a este hombre si continúa teniendo contacto con usted. Si bien comprendemos que puede haber corrupción en el sistema judicial de algunos países, por lo que se desconfía de las autoridades, le recomendamos que investigue el procedimiento a seguir para solicitar tal orden de protección en el país donde usted vive. Puede ser en la estación de policía o en la comisaría de familia. No se necesita un abogado y casi nunca se cobra por ese servicio. En algunos países hay trabajadores sociales dispuestos para ayudarle y orientarla en los próximos pasos para conseguir protección.

Por supuesto, es posible que el papeleo legal no haga que este hombre deje de amenazarla. Pero si él continúa procediendo como lo ha estado haciendo, estará violando la orden y podrá ser acusado de un delito cuando usted lo denuncie.

Sin embargo, no le diga a ese tipo que va a denunciarlo; ¡simplemente hágalo! No lo amenace por adelantado, pues lo más probable es que eso empeoraría el estado mental de él. Usted necesita haber completado todo el papeleo legal antes de que él tenga conocimiento alguno del asunto. Entonces, cuando la situación empeore, usted estará lista para denunciarlo de inmediato. ¡Así que no dude en iniciar el proceso legal!

Nuestro Padre celestial la ama y a Él le importa lo que usted está sufriendo. Pídale que le dé sabiduría divina para poder evitar a ese hombre y sus intentos de contactarla. Cuando se sienta atemorizada, recuerde que el temor es en realidad una emoción que Dios nos ha dado para saber cuándo debemos protegernos.

El rey David, que escribió la mayoría de los Salmos en la Biblia, tuvo temor cuando lo estaban persiguiendo los filisteos, así que elevó esta oración: «Ten piedad de mí, oh Dios, pues hay gente que me persigue. Todo el día me atacan mis opresores.... Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza».1

¡Tome las medidas necesarias hoy mismo!

Linda
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1 Sal 56:1,3

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