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Caso 761

Tengo cuarenta años. Hace casi tres años empecé a enfermar. Me vieron varios médicos y me hicieron muchos exámenes. Pero todos salieron normales, y nada cambió. Como resultado, caí en un estado de depresión y me sometí a un tratamiento horroroso con un psiquiatra. En mi gran desesperación, y por consejos de la gente, recurrí luego a un curandero o brujo. Pero no fue más que una estafa. Nada cambió tampoco.

He bajado mucho de peso, y sigo muy preocupado.... ¿Será posible que Dios me perdone por haber buscado ayuda en la brujería? ¿Será que algún día Dios me sanará?

Consejo

Estimado amigo:

¡Cuánto sentimos la enfermedad y todo lo demás que usted ha estado sufriendo!

Tal como lo ha reconocido, hizo mal cuando acudió a un curandero. Si bien algunos presuntos brujos son embusteros que estafan a sus clientes, otros se valen de verdaderos poderes de Satanás para atraer y engañar a sus víctimas. Y como el objetivo principal de Satanás es lograr que las personas se vuelvan en contra de Dios, las que consultan a los brujos corren el riesgo de perder toda la fe en Dios que pudieran alguna vez haber tenido.

Por eso, usted hizo algo malo y peligroso al consultar a un brujo, pero Dios está dispuesto a perdonar todo pecado. De hecho, «si reconocemos ante Dios que hemos pecado, podemos estar seguros de que él, que es justo, nos perdonará y nos limpiará de toda maldad».1 No hay pecado alguno que se excluya; «toda maldad» incluye todo pecado. Así que en vez de estar preocupado por lo que ha hecho, pídale a Dios en oración que lo limpie del pecado y de toda maldad. Una vez que se lo pida, Él lo perdonará y limpiará, y ya no tendrá que preocuparse por eso, entre otras cosas.

En cuanto a su enfermedad, lo felicitamos por hacerse examinar por varios médicos. La ciencia médica no deja de hacer nuevos descubrimientos acerca de cómo funciona nuestro cuerpo, y algunos médicos están mejor informados que otros.

Uno de esos nuevos descubrimientos es cómo nuestro cerebro afecta todas las demás partes de nuestro cuerpo. Por ejemplo, en el caso suyo la depresión que usted atribuye a su incertidumbre en cuanto a su salud bien pudiera ser otro factor que lo afecta físicamente de manera negativa. El cerebro y el cuerpo están entrelazados a tal grado que es imposible saber con certeza si la enfermedad física causó la depresión, o si la depresión pudiera haber causado, al menos en parte, la enfermedad.

Usted nos pregunta si algún día Dios lo sanará. Sí, creemos que Dios a veces sana las enfermedades sobrenaturalmente, y por eso le pedimos que nos sane. Pero reconocemos que la mayor parte del tiempo Dios se vale de los médicos para darnos sabios consejos médicos y medicinas a fin de controlar infecciones y malestares.

Tenga presente que muchas enfermedades se ven afectadas por nuestras propias decisiones, ya sea para bien o para mal. Tanto el abuso de drogas como la glotonería, la nutrición malsana, la falta de sueño y el estrés son factores que podemos optar por controlar. Dios nos da a cada uno la capacidad de tomar decisiones saludables. Por lo tanto, pídale que lo ayude a tomar sabias decisiones con relación a su enfermedad y a su bienestar general.

Le deseamos lo mejor,

Linda
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1 1Jn 1:9 (TLA)

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