Siempre había esperado que mi futura esposa amara a mis papás, y así fue cuando me comprometí con mi esposa. Pero desde el día de los preparativos de nuestra boda, las cosas se fueron a la deriva. Mis papás tuvieron desacuerdos con mis suegros, por lo que mi esposa comenzó a sentir rencor hacia mis padres... y las cosas fueron de mal en peor el día de la boda....
Las veces que peleo con mi esposa es por razón de mis padres. Me gustaría honrarlos y apoyarlos de alguna manera, pero mi esposa ha cerrado su corazón para ellos, al punto de que no deja que abracen a mis hijos ni se acerquen a ellos.
Consejo
Estimado amigo:
Tal vez le sorprenda saber que muchas parejas tienen el mismo problema que usted o algo parecido. Nosotros no los conocemos a usted, a su esposa, a sus padres ni a sus suegros, así que es posible que parte de nuestro consejo no se aplique a su situación, pero esperamos que los principios generales le sean de ayuda.
Muchas mujeres crecen idealizando su futura boda con el hombre de sus sueños. Pero con frecuencia los padres del novio (especialmente la mamá) tienen sus propios sueños para la vida del hijo. No nos sorprende que los desacuerdos en su familia hayan comenzado el día de los preparativos de la boda porque ese fue el momento en que los sueños de su novia chocaron de frente con los de la mamá (y tal vez también con los del padre) de usted. Seguramente discutieron sobre algunos detalles. Y, como era de esperarse, sus suegros defendieron a la hija.
Todos los desacuerdos de ahí en adelante han girado en torno a quién está tratando de proteger los intereses de quién. Los padres de usted quieren protegerlo de una esposa que ellos sin duda piensan que debiera tratarlo mejor. Pero cuando ellos tratan de protegerlo a usted, ofenden a su esposa. Entonces los padres de ella, viendo que ha sido ofendida, tratan de protegerla, y su esposa a su vez trata de proteger a sus hijos y a los padres de ella. Su esposa no necesita protegerlo a usted porque los padres suyos ya lo están protegiendo muy bien.
La Biblia deja en claro que, desde el principio de la creación, Dios previno que esto sucedería. Él puso el instinto materno consciente de que era necesario que las madres protegieran ferozmente a sus hijos. Pero luego le puso un límite de tiempo al decir: «Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y los dos llegarán a ser uno solo.»1
El dejar a padre y madre es una acción física, económica y emocional. Significa que el hombre forma una nueva familia junto con su esposa, y que su presencia y lealtad se traspasan de sus padres a su esposa. Él tiene la responsabilidad de honrar a sus padres, y al mismo tiempo dejarles en claro que, de ahí en adelante, su esposa debe tener la prioridad.
Suponemos que usted se encuentra atrapado entre sus padres y su esposa debido a que ha tratado de complacerlos a ambos. No ha «dejado» a sus padres emocionalmente tal como enseña la Biblia. Una vez que lo haga y que haya pasado suficiente tiempo para que su esposa se sienta apoyada emocionalmente por usted, juntos pueden decidir en cuanto al contacto que han de tener con sus padres.
Le deseamos lo mejor,
Linda
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1 Gn 2:24 (NVI)