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Caso 800

Mi embarazo de nuestra hija fue muy traumático para mí. Todo el tiempo tuve malestares... y algunos momentos de riesgo. Además, el parto... casi termina con mi vida por problemas con la anestesia....

No quiero pasar por eso de nuevo. Ese embarazo me dejó con miedo a intentarlo otra vez, pero todos en mi círculo de personas cercanas insisten en que tenga otro bebé. He hablado con mi esposo al respecto, y él... no me [presiona... Pero] la lista de opiniones es muy larga, y me hace creer que soy egoísta por pensar en mi bienestar y no en lo que quieren todos los demás.

Consejo

Estimada amiga:

Sentimos mucho lo difícil que fue su embarazo. ¡Con razón que no quiere pasar por eso de nuevo! Algunos dirán que es por temor, pero otros estarán de acuerdo en que es prudente que evite la posibilidad de causarle más trauma a su cuerpo. Usted ya tiene una hija a la cual cuidar, y ella necesita que su mamá disfrute de buena salud.

¿Es egoísta hacer lo que usted y su esposo piensan que es mejor, en vez de hacer lo que otras personas piensan que deben hacer? ¡No! A ellas no les corresponde decidir lo que más les conviene a ustedes. Es imprudente de parte de esas personas que traten de presionarla para que haga algo que usted no considera correcto. Es probable que piensen que saben más que usted y que su motivación es para el bien de usted. Pero eso no justifica el consejo que le están dando.

Los que seguimos a Cristo tenemos claras instrucciones a seguir cuando no sabemos cuál es la voluntad de Dios. En primer lugar, buscamos en las Sagradas Escrituras alguna enseñanza que pudiera aplicarse a nuestra situación. No hay enseñanza bíblica alguna que le indique a una pareja cuántos niños deben tener.

Cuando no hay una respuesta bíblica, el siguiente paso para los seguidores de Cristo es hablar con Dios mismo en oración. Si usted y su esposo no han estado orando ya acerca de esto, entonces ese es el siguiente paso que deben dar. Oren juntos todos los días pidiéndole a Dios que les revele su voluntad. Pídanle que les indique si Él piensa que lo mejor es que tengan otro hijo, y de ser así, cuándo tenerlo. Si ustedes están bien sintonizados con Dios y le tienen confianza, Él puede influir en lo que piensen y en la decisión que tomen.

Si bien es cierto que los demás pueden a veces dar buenos consejos, también es cierto que personas con buenas intenciones pueden dar consejos muy malos. Por eso los seguidores de Cristo deben consultar primero la Biblia y luego orar acerca de sus decisiones personales. El consejo de los demás nunca debe tomar el lugar de ese orden de prioridades.

Cuando alguien aborde el tema de tener otro hijo, dígales que usted y su esposo están orando al respecto y que les informará después que Dios se lo dé a conocer a usted. Hasta entonces, es mejor no hablar sobre ese asunto.

Le deseamos lo mejor,

Linda

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