En este mensaje tratamos el caso de una mujer que «descargó su conciencia» en nuestro sitio www.conciencia.net. Lo hizo de manera anónima, como pedimos que se haga; así que, a pesar de que nunca se lo había contado a nadie, nos autorizó a que la citáramos, como sigue:
«Soy madre soltera de treinta y cuatro años, profesional, con un hijo de once años. Hace tres años me relacioné con un hombre que en la actualidad es viudo de cuarenta y siete años. Siempre dice que me quiere, pero me busca sólo cuando necesita que le ayude en su trabajo.... Además de eso, me usa sexualmente. Pero jamás llama para preguntarme cómo estoy o por mi hijo, y no me ayuda para nada económicamente, a pesar de que le ayudo en su trabajo....
»Siempre le pido a Dios me conceda el amor de un hombre que me quiera a mí y a mi hijo, pero no sé por qué Dios parece no escucharme.»
Este es el consejo que le dio mi esposa:
«Estimada amiga:
»¡Dios sí la está escuchando, como también nosotros! Nos alegramos de que nos haya contado su caso. Usted siente que Dios no ha estado escuchando sus oraciones, pero lo cierto es que sí lo ha hecho. El solo hecho de que no haya recibido la respuesta que desea no quiere decir que Él no la haya escuchado.
»Dios nos ama y nos desea lo mejor, pero no nos obliga a que escojamos lo que a Él le agrada. Permite más bien que cada uno de nosotros opte por hacer las cosas a la manera de Él o a la manera nuestra. Cuando escogemos lo que Él juzga que nos conviene, promete estar con nosotros y ayudarnos a que todo nos salga bien. En cambio, cuando optamos por hacer las cosas a nuestra manera, sufrimos las consecuencias naturales de las decisiones que tomamos.
»Usted ha decidido tener una relación sexual con ese hombre a pesar de no estar casada con él. Esa no es la manera que agrada a Dios. Él sabe que la relación sexual fuera del matrimonio resulta en quebranto de corazón y desilusión. Da como resultado precisamente lo que usted está sintiendo....
»Carece a tal grado de respeto por sí misma que se ha negado a creer que es digna de verdadero amor romántico.... Usted no tiene el debido amor propio, como tampoco respeto por sí misma. Se ha dejado usar y abusar de un hombre que ha demostrado que no tiene ningún interés romántico en usted. A no ser que usted reconozca lo mucho que usted tiene que ofrecer en lo tocante al amor, a la lealtad, a la compasión, al compromiso y a la dedicación, no es probable que atraiga al tipo de hombre al que anhela.
»¡Termine hoy mismo esa relación desigual! Invierta más bien su tiempo en actividades en las que otros valorarán los dones de los que ha sido dotada. Esfuércese por cultivar sus mejores cualidades y respeto por sí misma. Es posible que le sirviera de mucho formar parte de un grupo terapéutico para personas que carecen de amor propio. Y comience a cultivar una relación personal con ese Dios que la ama tal como usted es y que le ha deparado un futuro maravilloso.»
Con eso termina lo que Linda, mi esposa, recomienda en este caso. El caso completo, que por falta de espacio no pudimos incluir en esta edición, puede leerse con sólo pulsar la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 260.

