«El reloj»

(7 de Agosto: Aniversario de la Muerte de Roberto Cantoral)

(Canción cantada por Carlos Rey en audio y en video)

Nació el 7 de junio de 1930 en Ciudad Madero, Tamaulipas. Desde muy temprana edad dio muestras de un gran talento para componer canciones, que lo llevaría inicialmente a realizar varias giras en diversos países con el trío Los Tres Caballeros, y posteriormente a superar las 1500 presentaciones personales en ciento veinte países durante quince años de labor artística.

Feliz y merecidamente, el año antes de su muerte la Academia Latina de la Grabación lo honró con el Premio del Consejo Directivo en el marco de la Décima Entrega de los Premios Grammy Latino, otorgado a quienes, durante su carrera, han hecho contribuciones de excepcional importancia artística a nivel mundial en el campo de la grabación.

Se trata del maestro Roberto Cantoral García, cuyas composiciones han sido interpretadas por las más destacadas figuras de la canción de todos los tiempos, teniendo tres de ellas —«El reloj», «La barca» y «El preso número 9»— cada una más de mil versiones en muchos idiomas alrededor del mundo. Por la siguiente canción, «El reloj», recibió uno de tres Discos de Oro de Hollywood, y en Argentina le otorgaron Las Espuelas de Plata como reconocimiento a la canción más escuchada de todos los tiempos:1

Reloj, no marques las horas
porque voy a enloquecer.
Ella se irá para siempre
cuando amanezca otra vez.

No más nos queda esta noche
para vivir nuestro amor,
y tu tic-tac me recuerda
mi irremediable dolor.

Reloj, detén tu camino
porque mi vida se apaga.
Ella es la estrella que alumbra mi ser;
yo sin su amor no soy nada.

Detén el tiempo en tus manos,
haz esta noche perpetua,
para que nunca se vaya de mí,
para que nunca amanezca.

Entre diversos cargos de importancia, Roberto Cantoral desempeñó el de Presidente del Consejo Directivo de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) desde 1982 hasta el 7 de agosto de 2010, día en que murió a causa de un infarto. El día siguiente la Sociedad publicó estas palabras: «Ayer... ese gran hombre, cuya barca inundada de música y poesía recorrió el mundo entero, vio detenerse las manecillas en su fecundo reloj.»2

Quiera Dios que, a tono con el mensaje de la letra de «El reloj», cada uno determinemos aprovechar al máximo cada segundo que nos queda, «cada momento oportuno», como nos aconseja San Pablo,3 reconociendo cada día que «no más nos queda esta noche» de oportunidad «para vivir nuestro amor», es decir, para amar a nuestros seres queridos con todas nuestras fuerzas.