«La primera mujer independentista de América»

7 mar 2024

(Víspera del Día Internacional de los Derechos de la Mujer)

«Se casó el 25 de mayo de 1760, a los quince años, con José Gabriel Condorcanqui, descendiente directo de Túpac Amaru, el último inca rebelde cuando el incanato encontraba su final en Vilcabamba.... No tenía ni la educación ni la nobleza que acompañaban a su marido, pero poseía un carácter y una astucia sin igual. Fue descendiente de africanos por parte de su padre... y de indígenas por parte de su madre....»

Así comienza el escritor peruano Bruno Pólack su capítulo sobre «Micaela Bastidas, la primera mujer independentista de América» en su obra titulada Mujeres que forjaron el Perú. Es que en 1780 Micaela Bastidas Puyucahua y su esposo Túpac Amaru II, como cacique de Tungasuca y de importantes territorios de Cusco, formaron una Junta Revolucionaria que, luego de varias victorias rebeldes, emitió un edicto que abolía la esclavitud y declaraba la libertad inmediata de todos los trabajadores forzados. Ese primer grito de libertad en América no duró mucho, y el territorio liberado no fue grande, pero el ejemplo prendió fuego en toda América Latina.

«Luego de eso —narra Pólack—, Túpac Amaru partió de inmediato a las provincias aledañas a buscar el apoyo de los demás líderes, y todo el mando y la administración recayeron en... [su esposa] Micaela...: “Mi señora gobernadora doña Micaela Bastidas”... Todos los informes dirigidos a ella venían precedidos con el mayor de los respetos.... Se podría decir... que desde la caída del Imperio Inca esa fue... la primera región libre... por un pequeño lapso de tiempo... en lo que sería luego el territorio peruano, y que fue gobernada por una mujer.»1

«El levantamiento... logró reunir un ejército de miles de hombres y mujeres sin experiencia militar ni armamento considerable. Fue una rebelión exclusivamente indígena y popular —declaran la historiadora colombiana Diana Uribe y su hija Alejandra Espinosa Uribe en su obra titulada Revoluciones: Movimientos que transformaron la historia de la humanidad—.... Se extendió por Perú, Bolivia y partes de Argentina, pero sus ecos se escucharon por todo el continente.... El ejército rebelde avanzó hasta Cuzco y tomó varios territorios, pero los españoles lograron defender la ciudad y... aunque Micaela resistió un tiempo más, lo que pudo haber sido una revolución fue aplastado con violencia. No obstante, fue el levantamiento más importante de la historia colonial», concluyen las coautoras de Revoluciones.2

Al igual que Micaela y Túpac Amaru II, Jesucristo, el Hijo de Dios, sufrió un cruel y despiadado martirio antes de entregar su vida por la causa de la libertad. Pero a diferencia de ellos, Cristo la entregó sin ofrecer resistencia alguna, pues no murió para liberar a los suyos de las cadenas de la esclavitud física y de trabajos forzados sino para liberar a toda la humanidad de las cadenas del pecado al que nos hemos dejado someter por el cruel y despiadado verdugo de nuestra alma.3 Más vale entonces que determinemos que, en lo personal, ese sacrifico supremo no haya sido en vano.


1 Bruno Pólack, «Micaela Bastidas, la primera mujer independentista de América (1780-1781)», Mujeres que forjaron el Perú,  Bicentenario: Colección Perú 1821-2021 (Lima: Editorial Planeta Perú, 2018; Edición Digital, 2020), Loc. 609-24.
2 Diana Uribe y Alejandra Espinosa Uribe, Revoluciones: Movimientos que transformaron la historia de la humanidad (Bogotá: Aguilar, 2020), pp. 174-75.
3 Is 53:4,5,7; Jn 8:36; 19:17; 2Co 5:15; Gá 1:4; 5:1; He 2:9,15; 1P 2:24; 3:18
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