Pepe «el Misionero»

19 may 2021

(22 de mayo: Día Internacional de la Diversidad Biológica)

Recordado como «el Misionero», llegó a ser uno de los habitantes más populares de las islas en que vivió. Pero no era un misionero que, en tierra de infieles, enseñaba y predicaba la religión cristiana, según lo define el Diccionario de la Real Academia Española. Ni siquiera se le puso ese sobrenombre sino hasta después de ser entregado a la misión franciscana de San Cristóbal en las islas Galápagos en 1967, donde permaneció hasta el año 2012. Antes de eso lo había cuidado la familia Agama, a la que unos pescadores de la isla de San Cristóbal, quienes lo habían bautizado como «Pepe», se lo habían regalado a finales de la década de 1940.

En aquellos tiempos, albergar a un «misionero» como Pepe era común y corriente para muchas familias de las Galápagos. Es que «Pepe el Misionero» era una de las tortugas gigantes por las que aquellas islas llevan ese nombre. Y en ese lugar tener una tortuga era como tener un perro. Así que Pepe se había criado con toda normalidad, incluso después de 1959 cuando, a causa de la creación del Parque Nacional Galápagos, se había prohibido tener tortugas como mascotas. La familia Agama había logrado eludir la disposición de entregar su tortuga a las autoridades, por lo que su mascota había podido seguir llevando una vida tranquila en aquel domicilio.

En 2012, cuando por motivos de salud se decidió su traslado al Centro de Interpretación del parque, los religiosos que lo habían cuidado hicieron la petición expresa de que conservara su sobrenombre: «El Misionero». Allí su colesterol elevado y sobrepeso hizo que sus nuevos cuidadores lo sometieran a una dieta controlada. Es que, durante todos los años que Pepe había pasado en la misión franciscana, había comido una gran variedad de alimentos, un buen número de ellos inadecuados. Muchos niños iban a la iglesia los domingos para ver a Pepe, y llevaban una bolsita de frutas para darle de comer. En casi todas las casas de Puerto Baquerizo, la capital de San Cristóbal, había alguna foto de niños subidos encima de la tortuga.

No es de extrañarse entonces que en su nuevo domicilio a «Pepe el Misionero» le costó mucho trabajo habituarse a seguir la dieta normal para una tortuga. Y para colmo de males, no podía ser liberado porque había pasado tanto tiempo con personas que le daban alimentos directamente en la boca que ya no era capaz de conseguirlos por sí mismo. Tristemente murió en agosto de 2014, paradójicamente sufriendo de sobrepeso a la vez que presentando problemas para comer, ya que por períodos dejaba de ingerir alimento.1

Lamentablemente, así como sufrió Pepe en lo físico, hay personas que sufren de sobrepeso a la vez que de malnutrición en lo espiritual. Por un lado, han ingerido doctrina religiosa de un buen número de fuentes tan diversas que, no sabiendo qué creer, terminan por no creer en ninguna de ellas. Y por otro, lo que han ingerido les ha hecho tanto daño que ya no quieren probar alimento alguno. Quiera Dios que, antes de que sea demasiado tarde, acepten la invitación de su Hijo Jesucristo, quien dijo: «Yo soy el pan de vida. El que a mí viene nunca pasará hambre».2


1 «Pepe “El Misionero”, una tortuga con historia en las islas Galápagos», Diario El Universo, 7 junio 2013 <https://www.eluniverso.com/vida-estilo/2013/06/07/nota/ 1002581/pepe-misionero-tortuga-historia-islas-galapagos> En línea 1 diciembre 2020; «Galápago Pepe, a dieta por sobrepeso, se adapta lentamente en corral», Diario El Universo, 9 marzo 2014 <https://www.eluniverso.com/noticias/2014/03/09/nota/ 2315971/pepe-dieta-sobrepeso-se-adapta-lentamente-corral> En línea 1 diciembre 2020; «Fallece Pepe el misionero, la tortuga más popular de Galápagos», Diario El Universo, 22 agosto 2014 <https://www.eluniverso.com/vida-estilo/2014/08/22/nota/ 3508506/fallece-pepe-misionero-tortuga-mas-popular-galapagos> En línea 1 diciembre 2020.
2 Jn 6:35 (NVI)
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