«Salí con la promesa de volver»

14 nov 2020

En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue:

«Desde hace más de treinta años salí de mi país de origen, dejando a mi novia con la promesa de volver. Pero con el tiempo dejé de llamarla.... Al poco tiempo de vivir en el extranjero, me uní a una mujer once años mayor que yo y con cuatro hijos. Pero nunca olvidé aquel amor de mi vida....

»Hace poco más de un año volví a tener contacto con mi ex novia en una visita que hice a mi país. Está casada y tiene dos hijos. Nos vimos una sola vez y por pocos minutos. Ella no es feliz en su matrimonio... pero no lo deja, y yo, aunque la amo, no sé cómo dejar a mi esposa.»

Este es el consejo que le dio mi esposa:

«Estimado amigo:

»Hace treinta años dejó de llamar a su novia. Usted dice que ella ha sido el amor de su vida, y sin embargo optó por no llamarla más. Y a pesar de haberle prometido que regresaría, usted optó por abandonarla sin siquiera informarle que había cambiado de parecer. ¿Por qué sería? Es obvio que usted decidió que había otras cosas más importantes que pasar sus años con “aquel amor de su vida”.

»Usted decidió vivir en otro país. Escogió a otra mujer. Y optó por vivir treinta años sin la mujer a la que presuntamente ama tanto.

»Su definición del amor difiere mucho de la mía, y también difiere de la definición de Dios. El apóstol Pablo escribió lo que se considera el capítulo bíblico del amor. Entre las cualidades que menciona del amor, él dijo que el amor siempre protege y no es egoísta.1 Usted abandonó a su novia en lugar de protegerla, y con egoísmo optó por lo que más le convenía a usted en vez de lo que más le convenía a ella. Eso no es amor.

»Jesucristo, el Hijo de Dios, es el supremo ejemplo del amor verdadero. Su amor era tan grande que entregó su vida y murió en una cruz porque esa era la única manera en que nuestros pecados podrían ser perdonados. Él murió por nosotros. Optó por lo que más nos convenía a nosotros y no por lo que más le convenía a Él. Nos protegió del castigo eterno por lo mucho que siempre nos ha amado, y nos sigue ofreciendo la vida eterna cuando le pedimos perdón y aceptamos su plan para nuestra vida.

»Sin duda usted está aburrido con su esposa actual. Ni siquiera dice que alguna vez llegara a amarla. Usted se ha creado una fantasía que se imagina que volvería a ponerle un poco de chispa a su vida. Sin embargo, no amó a su novia lo suficiente entonces, y es probable que tampoco la ame lo suficiente ahora. Pero eso ni siquiera importa, porque es su esposa a quien usted debe amar, honrar y valorar. Le rogamos que deje de comunicarse de manera alguna con su ex novia y que se dedique más bien a mejorar su propio matrimonio.»

Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. Este caso y este consejo pueden leerse e imprimirse si se pulsa la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 488.


1 1Co 13:4-7
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