«Su temperamento desde que nació la niña»

14 ene 2017

En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» en nuestro sitio www.conciencia.net. Lo hizo de manera anónima, como pedimos que se haga; así que, a pesar de que nunca se lo había contado a nadie, nos autorizó a que lo citáramos, como sigue:

«Llevo casado más de dos años.... Nuestro primer bebé... nació hace tres meses. Nos hemos enamorado mucho de ella, pero la relación entre mi esposa y yo ha decaído muchísimo. Ya casi no hablamos de nosotros y, por más que quiero acercarme a ella, ya sea para hablar o para otras cosas, siempre me sale con una excusa, y eso me lleva a disgustarme con ella.

»... Le prometí a Dios que... jamás trataría mal a mi esposa y que mi matrimonio sería para toda la vida. Pero la verdad no sé qué tanto tiempo soporte la actitud de mi esposa, su genio, su temperamento que ha [mostrado] desde que nació la niña. Lo único que quiero es que seamos los mismos enamorados que antes, pero con mayor ánimo porque ahora tenemos una bebé. ¿Qué debo hacer?»

Este es el consejo que le dio mi esposa:

«Estimado amigo:

»Millones de hombres que escucharán, verán o leerán este mensaje saben exactamente cómo se siente usted.... ¿Por qué será que tantos hombres tienen esa misma experiencia? ¡Porque es completamente normal! ...

»Al igual que los demás hombres, usted quiere que su esposa le brinde su atención y lo considere como su más alta prioridad.... Usted quiere que su esposa esté lista para hacerle compañía cuando usted lo desee, tal como siempre ha sido.

»Pero los bebés cambian nuestro mundo. La vida, tal como la ha conocido, ya ha desaparecido.... El desear que las cosas sean como eran antes es como desear que el cielo no sea azul sino morado. Es poco realista. Los bebés... demandan esmero y cuidado constantes, y eso significa sacrificio de parte suya y de parte de su esposa.

»Hay varias causas que explican el mal genio y la actitud de su esposa. Sus hormonas aún no han vuelto a la normalidad, y esas sustancias químicas en el cuerpo de ella afectan mucho su temperamento. En segundo lugar, ella está físicamente agotada debido a las constantes demandas de su hija. Y por último, usted nos ha dado la impresión de que ha estado presionando a su esposa a que haga lo que ella no tiene la energía emocional ni física para hacer.

»Usted dice que no sabe qué tanto tiempo sea capaz de soportar esta situación. ¿Acaso no incluían sus votos nupciales la frase “para bien o para mal”? ¿De veras fue sincero al decir esas palabras?

»El mejor consejo que le podemos dar es del apóstol Pablo. Él dijo [que] “cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás.”1 Para seguir el consejo de San Pablo, usted puede determinar que va a pensar en lo que necesita su esposa en lugar de lo que necesita usted. ¿Necesita ella que la ayude a lavar la ropa o a ir de compras al mercado? ¿Necesita que usted cuide a su hija por un par de horas para que ella pueda descansar un rato? Si usted la ayuda de un modo consecuente y de buen humor, comenzará a avivar sentimientos positivos en ella que no se darán si sólo se queja y la fastidia.»

Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. El consejo completo, que por falta de espacio no pudimos incluir en esta edición, puede leerse con sólo ingresar en el sitio www.conciencia.net y pulsar la pestaña que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 286.


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