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(Aniversario de la Muerte del Hermano Pablo) (Canción cantada por Carlos Rey en audio y en video) Era el 5 de octubre del año 2001. Se encontraba en Santa Cruz, Bolivia, hospedado en el Hotel Los Tajibos. Al salir del restaurante del hotel, se acercó a un trío de guitarristas que estaban preparándose para amenizar la cena de los clientes.
Si bien es cierto que el Hermano Pablo se toma licencia poética en su concepción de la letra de la conocida canción del compositor mexicano Roberto Cantoral, también es cierto que esa posible interpretación refleja el carácter de Dios. Jesucristo compara implícitamente al Padre celestial con el padre de un hijo insensato que malgasta toda su herencia durante un lapso de rebeldía juvenil. Aquel padre, cautivo de los caprichos del corazón de su hijo perdido, como dice la canción, se aflige a raíz de la partida de aquella barca «a cruzar otros mares de locura»; porque, a pesar de todo, corre a recibir al hijo con los brazos abiertos cuando éste vuelve a casa arrepentido.1 De ahí que Dios bien pudiera cantarnos a nosotros: Cuando la luz del sol se esté apagando, |
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