3 oct 2019

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«¿Mis hijos arrastran mi problema?»
por Carlos Rey

En este mensaje tratamos el siguiente caso de una mujer que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net, autorizándonos a que la citáramos:

«Tengo cincuenta y seis años. Me casé a los diecisiete [y] tuve cuatro hijos.... Mi esposo... me fue infiel siempre. Mis niños crecieron, y me divorcié cuando eran adolescentes. Luché, trabajando muy duro en cuatro trabajos a la vez, para que ellos fueran profesionales. El mayor se casó, y se divorció también. Mi pregunta es: ¿Será que ellos arrastran mi problema?»

Este es el consejo que le dio mi esposa:

«Estimada amiga:

»Lamentamos mucho que su esposo le haya sido infiel y el divorcio que dio como resultado. También sentimos tener que informarle que los hijos siempre sufren cuando los padres se divorcian. Sin embargo, de nada sirve que usted se culpe o pase tiempo deseando que esas cosas no hubieran sucedido.

»La mayoría de las madres se sienten un poco culpables por lo que sucedió cuando sus hijos estaban creciendo. En el caso suyo, el error pudo haber consistido en haberse casado con el hombre equivocado. Sus hijos tuvieron el ejemplo de infidelidad en vez del ejemplo de un compromiso de amor mutuo. Antes del divorcio, es probable que hayan sido testigos de una falta de comunicación y de capacidad para resolver conflictos, lo cual resultó en riñas y tal vez hasta en abuso verbal. Ese tipo de ambiente hace que los hijos se sientan inestables y hasta inseguros. Tienen temores de lo que está por venir. Es posible que estén preocupados, y que por eso a muchos les vaya mal en la escuela. Las estadísticas demuestran que es más probable que tengan problemas emocionales.

»Es verdad que los hijos de padres divorciados tienen mayores probabilidades de que a su vez fracasen los matrimonios de ellos. Comprendemos que usted lamenta mucho el hecho de que no haya durado el matrimonio de su hijo, pero él y su ex esposa son adultos y tomaron sus propias decisiones. Usted no es culpable de lo que hacen sus hijos adultos, aun cuando haya influido en ellos el divorcio suyo.

»Como hija de padres divorciados yo misma, sufrí muchas de las consecuencias naturales de esa situación. La inestabilidad y el temor de lo que estaba por venir contribuyeron a que decidiera que yo me comprometería del todo a la meta de nunca hacer que mis hijos tuvieran que pasar por lo que yo tuve que soportar. Muchas personas como yo optan por aprender de los errores de sus padres y no cometer esos mismos errores. Su hijo tuvo esa opción.

»Le resultará más fácil perdonarse si se ve a sí misma desde la perspectiva de Dios. Él la ama a pesar de cualquier error o pecado que haya cometido usted. Cuando Él perdona los pecados, es como borrar una pizarra; ya no existe lo que estaba antes allí. Pídale que perdone sus pecados y que haga borrón y cuenta nueva en su pizarra. Entonces le será más fácil perdonarse por todos los errores que haya cometido.»

Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. Este caso y este consejo pueden leerse e imprimirse si se pulsa la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 560.