18 mayo 2019

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El límite de honrar a padre y madre
por Carlos Rey

En este mensaje tratamos el siguiente caso de una mujer que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net, autorizándonos a que la citáramos:

«¿Cuál es el límite [del mandamiento de honrar a padre y madre]? Mi padre tiene un negocio... y, por cuestiones de su vida mal llevada, quedó debiendo tributos.... Creó otra empresa, y me la dio a mí sin consultarme si [la] quería.... Vinieron otra vez los problemas de falta de pago y compra de facturas falsas para bajar impuestos. A mi padre no le importó que [por eso yo] pudiera ir a la cárcel. Me sentí mal y... quise irme, pero él me dijo [que yo era] egoísta, que me quedara por la familia... para que no le hagan juicio.... ¿Tengo culpa yo de sus errores? ¡Necesito a Dios tanto! Lloro mucho.»

Este es el consejo que le dio mi esposa:

«Estimada amiga:

»Siempre nos entristece enterarnos de un padre (o de una madre) que es tan mal ejemplo para sus hijos. En el caso suyo, su padre en realidad está contribuyendo a que usted participe en actividades ilegales e inmorales. El hecho de que a él no le importe que usted vaya a la cárcel es el colmo de la deslealtad....

»Usted puede honrar a su padre, según el mandamiento, al tratarlo con respeto. Pero honrarlo no incluye mentir ni participar en alguna actividad delictiva para protegerlo a él, ni permitir que se lleven a cabo actividades ilegales en una empresa que técnicamente le pertenece a usted.

»Será difícil, pero usted debe cuanto antes traspasar nuevamente la propiedad de la empresa a nombre de su padre. (Si él se la traspasó a usted sin permiso suyo, entonces usted debe poder volver a traspasársela a él sin su permiso.) Deje de ser empleada de él y busque más bien empleo en otro lugar. Aléjese de toda actividad en que él esté involucrado.

»Usted tendrá que afrontar algunas conversaciones muy desagradables con su padre y probablemente con otros familiares. Su padre hará que otros la consideren culpable, y la culpará de todas las repercusiones económicas. Le dirá a todo el mundo que usted ha traicionado a la familia y que es una persona insensible e irresponsable. Pero los que la aman comprenderán las razones que usted tiene, aun cuando no sientan la libertad de aliarse con usted en contra de él abiertamente.

»Uno puede sentirse muy solo cuando, al parecer, es la única persona que le está haciendo caso a su conciencia. Y es muy confuso cuando la gente nos manipula y apela a nuestras emociones. Pero Dios le servirá de fortaleza si usted se lo pide. Usted dice que de veras necesita a Dios, y tiene toda la razón. Necesita su ayuda, su sabiduría y su fortaleza. Pídale, en el nombre de su Hijo Jesucristo, que perdone los pecados que usted ha cometido y que sea el Señor de su vida. Y pídale que la dirija en todas las situaciones difíciles que tiene por delante. Él no la decepcionará.»

Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. El consejo completo, que por falta de espacio no pudimos incluir en esta edición, se puede leer si se ingresa en el sitio www.conciencia.net y se pulsa la pestaña que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 409.