11 ago 2018

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«Infiel con dos individuos a la vez»
por Carlos Rey

En este mensaje tratamos el siguiente caso de una mujer que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net, autorizándonos a que la citáramos:

«Llevo catorce años de matrimonio. Durante trece de esos años le fui fiel a mi esposo, pero en el último año le fui infiel con dos individuos a la vez.... Durante este tiempo he pasado por grandes angustias, pues sé que la paga del pecado es la muerte.... Mi esposo ya sabe la verdad, y estamos intentando recuperar nuestro matrimonio.

»Mi pena es pensar si realmente soy tan mala mujer. ¿Cómo puedo volver a mirar a mi esposo sin sentirme avergonzada? ... Sólo quisiera saber si en algún momento puedo volver a merecer el amor de Dios.»

Este es el consejo que le dio mi esposa:

«Estimada amiga:

»Nos alegramos de que haya dejado de serle infiel a su esposo y que los dos quieran tratar de salvar su matrimonio. La animamos a que ponga todo su esfuerzo en comprobarle a su esposo que él puede confiar en usted. Dele la contraseña de su correo electrónico y pídale que revise sus mensajes de texto cada vez que él quiera hacerlo. No guarde ningún secreto. Dígale dónde va a estar en cada momento del día. Las palabras que usted diga arrepentida no son tan importantes como un cambio de conducta y de actitud. Así que espere que pasen unos dos o tres años antes de que su esposo vuelva a confiar en usted.

»Usted quiere saber si algún día puede volver a merecer el amor de Dios. No, no es posible. Nunca va a poder merecer el precio que Jesucristo pagó en la cruz por los pecados que usted ha cometido. Sin embargo, no hay ninguno de nosotros que merezca el amor de Dios, ni siquiera la persona que al parecer sea la más santa de todas. Eso se debe a que todos como seres humanos tenemos una naturaleza pecaminosa que nos hace débiles, mientras que la tentación de pecar es fuerte. Por eso hacemos determinadas cosas y luego nos sentimos muy enojados con nosotros mismos por lo que hicimos. Siempre tenemos en nosotros la tentación de cometer pecados.

»Lamentablemente nuestro pecado merece el castigo. Pero Jesucristo murió para que recibamos el perdón a pesar de que nunca lo mereceremos.

»Usted dice que siente la pena de pensar que pudiera ser tan mala mujer. Aunque tiene razón para pensar que sus decisiones han sido muy malas, eso no quiere decir que usted misma sea mala. Usted es una hija de Dios, creada a su imagen y semejanza. Él la ama y quiere perdonarla y purificarla de nuevo, limpiándola de todo pecado. Sin embargo, usted tiene que decirle lo arrepentida que está y pedirle que la perdone. Luego lea la Biblia para saber lo que Dios quiere de parte de usted. Pídale en oración que la ayude a mantenerse alejada del pecado.

»Usted se siente avergonzada cuando mira a su esposo. Esa vergüenza es la voz de la conciencia, que le recuerda cómo le ha fallado a él.... Acepte la conciencia como a una amiga íntima.... [y] recuerde que Dios perdona y olvida, pero el hombre nunca olvida.»

Con eso termina lo que Linda, mi esposa, recomienda en este caso. El caso completo, que por falta de espacio no pudimos incluir en esta edición, puede leerse con sólo pulsar la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 368.