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En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: «Mi caso es de finanzas.... Por ser puntual en el pago [de una deuda], me dieron una tarjeta de crédito, y después otras instituciones me invitaron a tener tarjetas de crédito. Mi problema es que hoy tengo seis tarjetas, y las seis están en la bancarrota. Y no sólo eso: tengo otros créditos, y ya no tengo capacidad para pagar. Necesito un consejo de Dios y un milagro de restauración de mis finanzas.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimado amigo: »Desafortunadamente, hay muchas personas que van a identificarse con su problema.... Pero esperar un milagro o sacarse una lotería no es la manera de resolver el problema. Hay que esforzarse por cambiar el estilo de vida y no comprar sino lo que es absolutamente necesario hasta que pueda pagar las deudas, aunque le tome muchos años. »No va a ser fácil, pero si quiere tener paz en el futuro, usted debe hacer ciertos cambios indispensables. Hay que seguir estrictamente estos pasos:
»Lo cierto es que a usted y a su familia les hace falta sabiduría sobrenatural para saldar esas cuentas pendientes y salir adelante. Pero gracias a Dios, cuando decidimos cultivar una relación personal con Él como nuestro Padre celestial, Él está dispuesto a darnos esa sabiduría. Y si bien lo que necesitamos no es precisamente un milagro, sí nos hace falta un consejo de Dios, tal como usted dice que necesita. Uno de los mejores consejos inspirados por Dios que podemos ofrecerle es el siguiente, que el apóstol Pablo les dio a los romanos: “No tengan deudas pendientes con nadie, a no ser la de amarse unos a otros.”»1 Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. El consejo completo, que por falta de espacio no pudimos incluir en esta edición, puede leerse con sólo ingresar en el sitio www.conciencia.net y pulsar la pestaña que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 318. |
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