5 sep 13

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«La vi nacer, y la tuve entre mis brazos»
por Carlos Rey

En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» en nuestro sitio www.conciencia.net. Lo hizo de manera anónima, como pedimos que se haga; así que, a pesar de que nunca se lo había contado a nadie, nos autorizó a que lo citáramos, como sigue:

«Hace un año me enteré de que iba a ser padre.... Pero antes de que [mi novia] me diera la noticia, tuvimos una gran pelea y nos distanciamos cinco meses.... Fruto del dolor y [de] la pena, encontré a otra mujer que me acompañó y me ayudó. Prometí cuidarla [a ella y a su hija], y... me casé....

»Cuando recibí la noticia de que iba a ser padre... me encontré entre [la espada y la pared]. Tenía... la responsabilidad de un bebé y la responsabilidad de un matrimonio. Tuve que tomar decisiones, y opté por velar por mi matrimonio. [Pero] no abandoné a mi hija. Yo la vi nacer, y la tuve entre mis brazos....

»En la actualidad, mi esposa no desea que yo tenga ninguna relación con la madre ni con la niña. Me prohibió verla o siquiera saber su estado.... ¿Qué puedo hacer para que ella comprenda que está en un error y que la niña... no tiene la culpa de lo que pasó y que es parte de nuestra familia?»

Este es el consejo que le dio mi esposa:

«Estimado amigo:

»¡Cuánto nos entristece lo que le espera a su hija! No es nada alentador el panorama de su tierna vida rodeada de adultos que discuten a causa de ella, y tal vez hasta llegue a creer que nadie la quiere. ¡No permita que eso ocurra!

»Pregúntele a su esposa si a ella le gustaría tener que abandonar a su propia hija para que ustedes dos pudieran comenzar solos su vida de casados.... Si ella no está dispuesta a abandonar a su propia hija, ¿por qué tendría que hacerlo usted? ... La hija de ella y la de usted... fueron concebidas en relaciones que tuvieron ustedes antes de conocerse. Y las dos merecen el mismo trato, como parte de la familia.

»Su esposa se siente amenazada por la presencia de su ex novia, así que es obvio que usted debe limitar el contacto que tenga con la madre de su hija. No hable con ella ni la vea sino sólo en presencia de su esposa.... Hágale saber a su esposa que si ella puede ser cordial con la madre de su hija, entonces no habrá razón alguna por la que usted vuelva a hablar con ella o a verla a no ser que su esposa esté presente....

»Si usted no hubiera tenido una relación sexual antes de casarse, habría evitado todo esto.... Cualquiera que opte por tener una relación sexual fuera del matrimonio bien pudiera algún día encontrarse en una situación parecida a la suya. El apóstol Pablo enseñó que la inmoralidad sexual es pecado,1 y aunque la cultura popular nos enseñe lo contrario, el pecado casi siempre acarrea difíciles consecuencias para nuestra vida junto con determinadas consecuencias eternas. Pero, a diferencia de las consecuencias que afrontaremos mientras vivamos, las consecuencias eternas pueden resolverse con facilidad y con rapidez. Sólo tenemos que creer que Jesucristo murió en la cruz por nuestros pecados, y pedirle que quite nuestros pecados y sea el Señor de nuestra vida. Cuando Él nos perdona y llega a ser nuestro mejor Amigo, quita las consecuencias eternas y a la vez nos da el poder para tomar mejores decisiones en el futuro.»

Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. El consejo completo, que por falta de espacio no pudimos incluir en esta edición, puede leerse con sólo ingresar en el sitio www.conciencia.net y pulsar la pestaña que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 251.


1 1Co 6:9; 1Ts 4:3