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Caso 673

Soy un hombre de treinta y seis años. Hace trece años conocí a la persona con la que vivo actualmente. Ella era casada cuando la conocí. Tenía tres hijos, pero estaba separada de su esposo. En ese entonces yo desconocía la Palabra de Dios. Ahora que soy seguidor de Cristo me doy cuenta de que no debí haber comenzado a tener una relación íntima con una mujer casada.

Tengo actualmente dos hijas con ella.... ¿Qué debo hacer? ¿Debo dejar esta relación, ya que sería adúltero si me llegara a casar con ella?

Consejo

Estimado amigo:

Su caso es muy complicado, y nos alegra que nos haya pedido consejo. Muchos otros, en una situación bastante parecida a la suya, bien pudieran estar confundidos también, y esperamos que podamos servir de ayuda.

Si bien la Biblia dice que es adulterio tener una relación física con una persona que está casada con otra, también dice que es un pecado sexual tener una relación física con una persona con la que uno no se ha casado. Y eso es precisamente lo que usted ha estado haciendo durante los últimos trece años al vivir con la madre de sus dos hijas. Usted ha estado cometiendo un pecado sexual al no estar casado con ella. Sin embargo, la historia no termina ahí.

Usted menciona que pudiera casarse con ella. Eso nos hace pensar que ya ella no está casada con su esposo anterior y que ahora está en libertad de casarse con usted. Suponemos también que ella se ha convertido en seguidora de Cristo, tal como usted.

Nosotros creemos que el pecado que usted cometió antes de aceptar a Jesucristo como su Salvador fue perdonado y olvidado por completo cuando usted le pidió que quitara sus pecados. El apóstol Pablo enseñó: «Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!»1 Así que lo que usted hizo antes de conocer la verdad no es algo de lo que debe sentirse culpable ahora. Usted ha sido perdonado. La madre de sus hijas también ha sido perdonada si ella le ha pedido a Cristo que forme parte de su vida y perdone sus pecados.

Sin embargo, el problema es que usted está viviendo actualmente con una mujer con la que no está casado, y ese es un pecado sexual. ¡Pero eso se puede resolver muy fácilmente! Le recomendamos que se case esta misma semana. No tiene que haber una fiesta, ni una cena ni ropa elegante. Sólo hace falta que obtenga una licencia de matrimonio y que luego su pastor oficie una breve ceremonia privada con sólo miembros de la familia. Una vez que se hayan casado, podrán servir a Dios juntos sin vergüenza alguna.

Jesucristo entregó su vida en la cruz para que usted pudiera tener nueva vida en Él. No desperdicie ni un día más siendo culpable de los mismos errores que cometió en el pasado. Y no se deje tentar a posponer el matrimonio porque alguien piensa que casarse requiere de una fiesta.

Le deseamos lo mejor,

Linda
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1 1Co 5:17 (NTV)

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