9 nov 2018

imprimir
de nuestro puño y letra
Consecuentes con sus ideas
por Carlos Rey

«Nació el día 20 de abril de 1913 en Guayama, Puerto Rico.... [Según su] amigo y compañero de adolescencia,... “era un joven... estudioso... que [mostró] un gran interés y preocupación por la justicia e igualdad de todos.”

»... [En la] década de 1930... ingresó en la Universidad de Puerto Rico.... El 22 de septiembre de 1935 se marchó a España... a estudiar Derecho en la Universidad Central de Madrid....

»En esa prestigiosa universidad... [participó] en la organización de grupos cuya misión era defender los principios democráticos de la recién creada República.... [Terminado] su primer año de estudios... vio que la libertad y la independencia que el pueblo español había conquistado tras arduos años de lucha estaban en peligro, [y] no dudó un instante en sumarse a la defensa de esos valores.... Cuando las tropas extranjeras intentaron tomar Madrid, empuñó el fusil y,... junto a sus compañeros de ideas liberales,... se sumó al frente de batalla a defender algo más grande que la República española: el derecho a la libertad de todos, en peligro por la fuerza bruta encabezada por Franco, respaldado por Hitler y Mussolini....

»Cayó preso en diciembre de 1936, en el campo de batalla, en la defensa de Madrid,... prisionero de las tropas fascistas de Francisco Franco.... El 25 de julio de 1937, el periódico El Mundo, en primera plana, acompañado de una foto suya, paralizó emocionalmente al pueblo de Puerto Rico. El titular era frío y escueto: “Carmelo Delgado fusilado en Valladolid, después de un consejo de guerra.” ... Sólo tenía veinticuatro años de edad a la hora de su muerte....

»... Luchador incansable contra la opresión y defensor de los derechos de la mujer,... se le atribuye la frase: “¡Qué importa ganar la vida si [a] cambio doy mi espíritu al opresor de mi pueblo!”

»... Carmelo Delgado, el joven independentista de Guayama y Río Piedras, fue consecuente con sus ideas hasta el punto de dar la vida por ellas en el otro extremo del mundo.»1

Así reseña el doctor José Morales Dorta la vida heroica de su compatriota Carmelo Delgado Delgado en su obra titulada Galería de héroes de Puerto Rico. Lo cierto es que aquel joven héroe puertorriqueño nos recuerda a otro joven «luchador incansable contra la opresión» que también «mostró un gran interés y preocupación por la justicia e igualdad de todos». Se trata del héroe de la historia universal, Jesucristo, el Hijo de Dios.

De un consejo de guerra celestial surgió la idea de salvar a la humanidad perdida. Cristo fue consecuente con esa idea hasta el punto de venir del cielo para dar la vida por ella en el otro extremo del mundo. Pero a diferencia de Carmelo Delgado, Cristo no tuvo que enfrentar un pelotón de fusilamiento. En aquel entonces no fusilaban a los condenados a muerte, sino que los crucificaban. De modo que murió clavado en una cruz.

Sólo tenía treinta y tres años de edad a la hora de su muerte. Pero con ella pagó el castigo de nuestro pecado, para que cada uno de nosotros, con sólo apropiarnos de ese sacrificio supremo que hizo en nuestro lugar, pudiera tener vida eterna.


1 José Morales Dorta, Galería de héroes de Puerto Rico (San Juan: Plaza Mayor, Inc., 1997), pp. 105‑26.