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de nuestro puño y letra
Pionero en la guerra de guerrillas
por Carlos Rey

(Día de la Restauración de la República Dominicana)

Matías Ramón Mella nació el 25 de febrero de 1816 en la ciudad de Santo Domingo, donde creció y cobró fama de hombre valiente, diestro en el uso de la espada y del sable. En su distinguida carrera diplomática y militar, colaboró con Juan Pablo Duarte al concertar un acuerdo con los dirigentes haitianos en cuanto al movimiento de la Reforma; contribuyó al derrocamiento del presidente Boyer; ayudó a Francisco del Rosario Sánchez, jefe del movimiento revolucionario, a redactar el manuscrito original del Acta de Independencia; y en la noche del 27 de febrero de 1844 fue uno de los primeros conjurados en llegar a la Puerta de la Misericordia, desde donde exhortó a sus compañeros de armas a que no abandonaran el lugar, disparó su famoso trabucazo y partió con ellos hacia la Puerta del Conde, donde se proclamó la República y se izó la bandera dominicana.

Nombrado miembro y delegado de la primera Junta Central Gubernativa, el coronel Mella posteriormente llegó a ocupar los cargos de Gobernador del Distrito de Santiago, Comandante de Armas, Ministro de la Guerra; participó en la Batalla de las Carreras y en la del 30 de marzo; y organizó el ejército nacional a raíz de un proyecto de ley que se le había encomendado.

A partir de 1863, el general Mella llevó a cabo importantes misiones en la Guerra de la Restauración, y en 1864, en calidad de Ministro de la Guerra, hizo circular el Manual de Guerra de Guerrillas que acababa de elaborar. Enfermo de disentería, Matías Ramón Mella murió en la extrema pobreza el 4 de junio de ese mismo año, y fue enterrado, a petición suya, envuelto en la bandera nacional.1

Tal vez el aporte más afín a la realidad actual que hizo Mella ya hace aproximadamente siglo y medio haya sido aquel Manual de Guerra de Guerrillas que recogía la experiencia del pueblo dominicano en esa forma de lucha poco convencional. Lo cierto es que los héroes criollos de la Guerra Restauradora del siglo diecinueve le sacaron tanto provecho a esa metodología como las guerrillas de los siglos veinte y veintiuno. Entre otras cosas, ese manual instruye a la tropa guerrillera a «pelear abrigada por los montes y por el terreno y hacer uso del arma blanca... hostilizar al enemigo... y cortarles el agua cada vez que se pueda... no dejándolos descansar ni de día ni de noche, para que no sean dueños más que del terreno que pisan... no dejarlos dormir ni de día ni de noche, para que las enfermedades hagan en ellos más estragos que [las] armas... si avanzan, [hacerles] caer en emboscadas y [acribillarlos] a todo trance con guerrillas... [haciéndoles] la guerra de manigua y de un enemigo invisible.»2

Si bien la guerra de guerrillas ha hecho estragos en las filas enemigas en los últimos siglos, también ha sido desastrosa la guerra espiritual que se ha venido librando en contra de nosotros todos los días. Por eso San Pedro nos exhorta a que nos mantengamos alerta, ya que nuestro «enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar»;3 y San Pablo nos dice que debemos hacer lo necesario «para que Satanás no se aproveche de nosotros, pues no ignoramos sus artimañas».4 Más vale que acatemos la primera advertencia del manual de Mella, de que «en la lucha actual... se necesita usar de la mayor prudencia, observando siempre la mayor precaución y astucia para no dejarse sorprender».5


1 Frank Moya Pons, Manual de historia dominicana, 13a ed. (Santo Domingo: Editora Corripio, 2002), pp. 264,271,273-75,282,288,290-93,304,312-13,341; Enciclopedia Virtual Dominicana, s.v. «Matías Ramón Mella» <http://www.wikidominicana.edu.do/wiki/Mat%C3%ADas_Ram%C3%B3n_Mella> En línea 16 julio 2008.
2 «Matías Ramón Mella», Educando: El portal de la educación dominicana, 13 noviembre 2007 <http://www.educando.edu.do/Portal.Base/Web/VerContenido.aspx?ID=108832> En línea 23 septiembre 2009; Moya Pons, pp. 352-58.
3 1P 5:8
4 2Co 2:11
5 «Matías Ramón Mella», Educando.