Vínculo de excelencia entre dos culturas

26 ene 2015

(Aniversario de la Muerte de José Ferrer)

José Vicente Ferrer de Otero y Cintrón nació en Santurce, Puerto Rico, el 8 de enero de 1912. A los seis años se trasladó con su padre a la ciudad de Nueva York. De ahí que en 1934 obtuviera su Licenciatura en Humanidades de la Universidad de Princeton, donde se apasionó por el arte dramático, y que posteriormente estudiara literatura francesa en la Universidad de Columbia.

En 1943, su interpretación de Yago en la obra «Otelo» lo lanzó a la fama en el mundo artístico. En 1947, cuando se otorgaron por primera vez los premios Tony, recibió el primero de cinco premios Tony de teatro por interpretar por primera vez el personaje Cyrano de Bergerac. Un año más tarde obtuvo la primera de tres nominaciones al Óscar por su actuación como el Delfín en la película «Juana de Arco» protagonizada por Íngrid Bergman.

En 1950, José Ferrer recibió la prestigiosa estatuilla por la versión fílmica de «Cyrano de Bergerac», llegando a ser el primer actor en ganar un Óscar por la recreación de un papel teatral en una película. Ese codiciado Óscar lo donó al Teatro de la Universidad de Puerto Rico para que les sirviera de estímulo a los futuros aspirantes a carreras teatrales. Su tercera y última nominación la logró en 1952 por su actuación en la versión original de la película «Moulin Rouge».

Entre las obras teatrales que hizo, se destaca «El hombre de la Mancha», en la que encarnó al célebre Don Quijote. Ese mismo año, la Organización de Estados Americanos le rindió homenaje por ser vínculo de excelencia entre la cultura latina y la anglosajona.

En total, Ferrer actuó en setenta películas y dirigió trece producciones de Broadway y siete películas. Entre los muchos reconocimientos que recibió durante su carrera como actor, director, escritor, productor, cantante y compositor, se destacan su propia estrella en el Paseo de Estrellas de Hollywood, la primera Medalla Nacional de Arte en 1985 (que le otorgó el ex presidente Ronald Reagan), y su selección en 1981 al Paseo de la Fama del Teatro. Con sobrada razón se le dedicó, en 1990, el Festival de Teatro Latinoamericano.

En lo personal, José Ferrer se casó cuatro veces y tuvo seis hijos, uno de ellos el también actor Miguel Ferrer. Quienes no saben que José Ferrer fue tío del actor George Clooney y suegro de la cantante Debby Boone, tal vez tampoco sepan que hablaba cinco idiomas —español, inglés, francés, italiano y alemán— y que los dominaba a tal grado que durante una conferencia de prensa se dirigió a todos los periodistas en sus respectivos idiomas.1

«Un autor puede escribir algo que perdure trescientos años después de su muerte —observó José Ferrer durante una entrevista en 1986—, pero cinco minutos después de mi muerte, ya no puedo actuar ni dirigir más.»2 Quiera Dios que esas palabras, que pronunció el reconocido actor unos seis años antes de su muerte el 26 de enero de 1992, nos lleven a reflexionar que, antes de afrontar nuestra propia muerte, debemos pedirle a Dios que desempeñe el papel de Director de la obra sin igual que es nuestra vida, en la que nosotros somos los actores principales. Porque una vez que muramos, ya será demasiado tarde. Y lo cierto es que cinco minutos después de nuestra muerte, Dios, que es el Guionista que inspiró la Biblia, que ha perdurado miles de años, será el único capacitado para dirigir nuestra actuación eterna.


1 Clarissa Santiago Toro, «José Ferrer», Biografías, Fundación Nacional para la Cultura Popular <http://www.prpop.org/biografias/j_bios/jose_ferrer.shtml> En línea 27 noviembre 2007; Constance Clark, <http://www.filmreference.com/ Actors‑and‑Actresses‑El‑Ga/Ferrer‑Jos.html> En línea 28 julio 2008; «José Ferrer: Perfil», Puerto Rico Herald, 14 julio 1999 <http://www.puertorico‑herald.org/issues/vol3n29/ProfileFerrer‑es.html> En línea 27 noviembre 2007; Wikipedia, s.v. «José Ferrer» <http://en.wikipedia.org/wiki/Jose_Ferrer> En línea 14 noviembre 2007.
2 «José Ferrer: Perfil», Puerto Rico Herald.
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